He escrito un par de veces ya sobre Gamarra. Por motivos evidentes. Porque es el epicentro de la industria textil en Lima. Porque es donde se generan las ventas que mueven el rubro en cifras. Porque es la meca para los emprendedores que quieren salir adelante en el rubro de la moda.
Ha mejorado con los años? Sí. Ha mejorado lo suficiente para hacer frente a lo rápido que se está moviendo este rubro? Difícilmente. Hay marcas y galerías que han comenzado a actualizarse, varias con las que he trabajado y algunas otras que me han pasado el dato y he corroborado el chip de cambio. Básicamente, es entender que si no tienen un business plan a largo plazo, una estrategia de marketing en redes sociales y un branding que los diferencie de la tienda de al lado, no van a poder seguir compitiendo en este ecosistema. Las fast fashion y demás multinacionales llegaron a Lima y seguirán llegando.
Vayamos a algunas cifras. En la nota de Gestión del martes 6 de setiembre anuncian que el 43% de personas que compran en Gamarra lo hacen por el precio. Pero qué hacer cuando un gigante retail llega y hace el efecto péndulo? Escribí de esto hace EXACTAMENTE un año de publicada la nota en Gestión, un 6 de setiembre del 2015. Nada de adivinación, me lo dijeron en los mismos HQ de H&M en Estocolmo. Ellos saben bien cómo funciona el mercado de masas. Ese es el nuevo juego y el que ha hecho que muchos empresarios textiles cambien de rubro a inmobiliaria este último año.
Hace poco tuve una reunión con miembros de una universidad local que están próximos a lanzar un programa de business para el rubro de moda. Con expositores internacionales y nacionales. Planteamiento sólido y con miras a largo plazo. La pregunta más frecuente que llega al blog sobre cómo iniciar en el rubro es “Tengo que estudiar diseño? No sé dibujar ni coser, pero quiero trabajar en moda“. Mi respuesta es casi siempre la misma “Hay muchos rubros donde puedes desenvolverte en moda, no sólo diseño“. Administración, marketing, periodismo, finanzas, incluso ingeniería. Hay un tema de estrategia, negocios y visión a largo plazo que está colisionando el sector textil en Gamarra, además de los factores externos como el tsunami de importaciones chinas y los altos alquileres del emporio comercial.
Conversé con Mary del Aguila, directora de CEAM, al respecto. También leyó el artículo en Gestión y lo comentó sin pelos en la lengua. “Si bien es cierto el tema de China afecta pero no solamente a Perú. Por temas de costo no se puede competir con China o Bangladesh. Pero para muchos todo es motivos externos, todo es culpa de China, de la competencia, etc, sin embargo no hay un mea culpa”.
Apunta que por muchos años, Gamarra era el único emporio, pero hoy la competencia no es igual que hace 15 o 20 años. O te diferencias por costo o por valor agregado, y Gamarra tiene de los costos laborales más altos de la región. “Gamarra ha formado empresarios empíricos. No se desmerece. Marcas con cada vez mejores estándares como Topitop comenzaron en Gamarra, pero a estas alturas no se puede ser más empírico. Es necesario profesionalizarse en branding, marketing, en servicio al cliente y en competir con precios equitativos con el mercado local”, apunta Mary.
El nuevo gobierno puede implementar medidas anti-dumping (medida comercial cuando un suministrador extranjero practica precios inferiores a los que aplica en el propio país) para China, pero ésa no es la solución. El panorama no va a cambiar, ergo, depende de cada uno tener una propia visión comercial. Los factores no van a ser alterados.
Entonces, aterricemos. Sí, el panorama para los empresarios de moda y textiles de Gamarra está difícil. Sí, hay algunos que están apostando por actualizarse y gestionar mejor los aspectos del negocio, no sólo la producción y venta, pero no son la mayoría. Y sí, esto no va a decrecer. Van a llegar más marcas y más multinacionales, y la única solución para el sector va a ser profesionalizarse.
No quiero terminar con un ánimo evangelizador. Al final nadie puede obligarte a comprar nada, cada uno consumirá lo que desee, acorde a su gusto y su bolsillo. Pero sí creo que hay un chauvinismo rampante de ponerse la camiseta de lo peruano solo porque es peruano, y ésa no es la idea. Una rápida analogía con el tema de Uber y los taxistas de la calle en esta columna. Para hacerla corta: nadie va a comprar/tomar un servicio si no le convence. Si viene un competidor con una mejor propuesta, el consumidor reaccionará. Proyectarse y profesionalizarse. Esas son las claves.